Encrucijada 2
Lo cierto es que la inquietud que planteo en el post anterior, la debería conversar con mis amigos de confianza, mis amigos pre-blog. Quién mejor que ellos me podrían apoyar, si son las personas que más me conocen.
Pero en lugar de hacer eso, prefiero sincerarme acá en el mundo blog y recibir el consejo de personas para las cuales, en mayor o menor medida, soy casi un desconocido (lo que en ningún caso le resta valor a sus palabras).
¿Por qué hago esto?
Probablemente algunos piensen que es por miedo a un posible rechazo; pero si hay algo de lo que estoy seguro, es que mis amigos jamás me darían la espalda. Quizá ellos se sorprenderían si se enteraran de la verdad –ya lo he dicho, me creen casi Opus, aunque de seguro más de uno ha tenido sus sospechas- y no sabrían muy bien cómo reaccionar en un principio; pero la amistad nunca se vería quebrantada.
Además, me conocen tan bien (aunque no sepan el detalle de que soy gay), que comprenderían perfectamente por qué no se los dije antes.
Reitero entonces ¿por qué no soy capaz de sincerarme con ellos?
Porque ahí si que ya no habría vuelta atrás. Ya definitivamente el hecho de ser gay se iría de mis manos. Es decir, perdería el control de la situación.
Creo que ésa es la clave: control. Porque el control brinda una aparente seguridad.
Ok, asumí que soy gay, pero que yo lo reconozca no implica soltar las riendas del asunto. He permitido que otras personas sepan que soy gay, pero -perdonando lo frío del análisis-, son personas con las cuales todavía no tengo un vínculo tan arraigado y que por lo tanto, si me baja una “crisis existencial”, me sería más fácil desvincularme (por favor, no tomen a mal el comentario).
Y por lo demás, con los blogueros que ya he ido formando una amistad más estrecha, pues ellos desde un inicio me conocieron en mi condición de gay, así que no es tema.
Pero con la gente que me conoce de antes, pues... me cuesta.
Yo me hice una imagen. Consciente o inconscientemente fui moldeando el Remus (en rigor aquí debería ir mi nombre real) que quería que el resto viera. Algo muy típico de la gente insegura.
Y ese Remus no era gay.
Por supuesto, en el ánimo de mantener esa imagen de niño-joven-hombre “normal” también hay un tema de vanidad personal. Porque según los cánones de nuestra sociedad, ser gay es una desviación, y por lo tanto, una imperfección.
Y si a la mayoría de las personas no nos gusta ser catalogados como “distintos”, menos nos gusta ser calificados de distintos por algo que tiene una connotación negativa. Por lo menos a mí no me agrada.
Romper esa mentalidad de borrego que sigue al rebaño es una tarea compleja, porque ser uno más del conjunto ofrece una cómoda seguridad (hmm, nuevamente ese concepto).
Me cuesta ceder el control de mi vida, pero si no me atrevo a correr a riesgos, va a llegar un momento en que simplemente me daré cuenta que en verdad no he vivido.
Pero en lugar de hacer eso, prefiero sincerarme acá en el mundo blog y recibir el consejo de personas para las cuales, en mayor o menor medida, soy casi un desconocido (lo que en ningún caso le resta valor a sus palabras).
¿Por qué hago esto?
Probablemente algunos piensen que es por miedo a un posible rechazo; pero si hay algo de lo que estoy seguro, es que mis amigos jamás me darían la espalda. Quizá ellos se sorprenderían si se enteraran de la verdad –ya lo he dicho, me creen casi Opus, aunque de seguro más de uno ha tenido sus sospechas- y no sabrían muy bien cómo reaccionar en un principio; pero la amistad nunca se vería quebrantada.
Además, me conocen tan bien (aunque no sepan el detalle de que soy gay), que comprenderían perfectamente por qué no se los dije antes.
Reitero entonces ¿por qué no soy capaz de sincerarme con ellos?
Porque ahí si que ya no habría vuelta atrás. Ya definitivamente el hecho de ser gay se iría de mis manos. Es decir, perdería el control de la situación.
Creo que ésa es la clave: control. Porque el control brinda una aparente seguridad.
Ok, asumí que soy gay, pero que yo lo reconozca no implica soltar las riendas del asunto. He permitido que otras personas sepan que soy gay, pero -perdonando lo frío del análisis-, son personas con las cuales todavía no tengo un vínculo tan arraigado y que por lo tanto, si me baja una “crisis existencial”, me sería más fácil desvincularme (por favor, no tomen a mal el comentario).
Y por lo demás, con los blogueros que ya he ido formando una amistad más estrecha, pues ellos desde un inicio me conocieron en mi condición de gay, así que no es tema.
Pero con la gente que me conoce de antes, pues... me cuesta.
Yo me hice una imagen. Consciente o inconscientemente fui moldeando el Remus (en rigor aquí debería ir mi nombre real) que quería que el resto viera. Algo muy típico de la gente insegura.
Y ese Remus no era gay.
Por supuesto, en el ánimo de mantener esa imagen de niño-joven-hombre “normal” también hay un tema de vanidad personal. Porque según los cánones de nuestra sociedad, ser gay es una desviación, y por lo tanto, una imperfección.
Y si a la mayoría de las personas no nos gusta ser catalogados como “distintos”, menos nos gusta ser calificados de distintos por algo que tiene una connotación negativa. Por lo menos a mí no me agrada.
Romper esa mentalidad de borrego que sigue al rebaño es una tarea compleja, porque ser uno más del conjunto ofrece una cómoda seguridad (hmm, nuevamente ese concepto).
Me cuesta ceder el control de mi vida, pero si no me atrevo a correr a riesgos, va a llegar un momento en que simplemente me daré cuenta que en verdad no he vivido.
12 Comments:
me parece que ya estás en la lengua de la ballena...
http://greatpretender11.blogspot.com/2005/08/veces-hay-que-dejarse-llevar-pero-me.html
yo pretendo escabullirme entre las barbas...
saludos
Creo que la película la tienes bien clara, super clara y entiendo perfecto eso que dices de perder el control, que si lo cuentas a tus amigos hetero no hay vuelta atrás.... claro! si pareces opus!!
jejjee
Pero sabes?
tal vez aun no te das cuenta que perder el control NO significa en que te transformarás en tu concepto de gay-loca-suelta, si no que seguiras siendo el tipo que eres.
En fin
Desde aquí te seguiremos haciendo barra!!!
Slds
Separar el mundo de la forma que tú lo haces me recuerda una máxima muy común en el mundo masculino tradicional que separa a las mujeres en dos tipos: las que son para tener sexo nada más y las que son para casarse y continuar la estirpe.
No sé, creo que el mundo no funciona de forma tan maniquea. En términos operativos, claro; pero de allí a que eso tenga validez real...
Pd: Muy buen post
Insisto...el tiempo pasa rápido y para dudas....justamente no hay tiempo...
Las últimas tres líneas de tu post resumen todo lo que pienso acerca de tu situación.
Me quedó dando vueltas eso de ser gay dentro de los "canones de nuestra sociedad". ¿Realmente estamos TAN insertos en TODA nuestra sociedad? O más bien nos movemos dentro de mini sociedades??? Me refiero a, que al menos en la sociedad que yo me muevo, que es mi familia, mis vecinos, mis amigos, mis compañeros de trabajo, mis colegas, etc. el tema de ser gay no es especialmente relevante. Entiendo que vivo en la misma sociedad que los miembros del Opus, que los neonazis o los fanáticos de Star Trek, pero definitivamente tengo cero interacción con ellos. Se que no se entiende nada de lo que estoy diciendo, pero me cuesta explicarlo mejor...
En fin, que estoy siguiendo atentamente todo este proceso.
Abrazos
JUL.
PS: No des nunca por sabida la reacción que la gente tendrá ante algo que tengas que decirles. Sé por qué te lo digo y no es un buen ejercicio.
Yo no me metí a esto del blog no hace mucho, solo quería contar cosas de mí, era lo que necesitaba, pero lo que buscaba era encontrar respuestas.
Desde hace tiempo había aceptado que soy gay, y que eso no iba a cambiar, pero estaba como tú, ¿qué hago ahora?. Las ideas del rechazo que iba a sufrir de manos de los que quería era aterradora.
Y ahora... aquí estoy, he pensado mucho y conversado mucho, he encontrado personas que me han ayudado y me han escuchado, y aprendí algo importante, no hay camino correcto, solo el camino que quieres seguir, ya no siento culpa por ser lo que soy, es que simplemente no lo puedo evitar.
No se bien que irá a pasar ahora que voy a comenzar a vivir la vida que quiero, pero sea lo que sea, es mejor que estar con dudas todo el tiempo, que torturan mucho.
Gracias a la conversación con un amigo, pude entender que ya no me importa mucho contarles que soy gay, que al final lo he sido siempre y me han querido, si me lo preguntan, se los digo, y si quiero decirselos, lo hago, pero porque quiero, no porque sea una obligación.
En cuanto a ser la imagén que muestran de nosotros en la TV, me molesta mucho la caricatura que pasan en las pantallas, me enfurese, pero al menos se que ese no soy yo, yo soy normal, soy como todos.
Espero que eligas pronto una opción, que lo que más me duele en estos momentos es el tiempo que he perdido, eso no lo puedo recuperar, ahora estoy literalmente cambiándolo todo y rápidamente. No pierdas más tiempo. Este es el único consejo que te puedo dar y que se que te va a servir.
Suerte.
PS: Lo que dijo Julius es algo muy cierto, tu mundo es lo que está cerca tuyo, el resto del mundo es el que sale en las noticias.
Todos los caminos en la vida implican un riesgo.
Sòlo tù sabes cuando tomar ese riesgo. Como biem dices, tus VERDADEROS amigos sabràn valorar tu confidencia y te valoraràn muchomàs por tu transparencia. Seràs siendo para ellos como lo has sido hasta ahora, salvo que habrà otros temas para debatir.
Me gustò leer esto y ver que ya no hay tantos rollos con el tema Gay.
Bien por tì y bien por tu salud mental.
CAriños
x0x0x0x
LaRomanè
PD:...y el Diablo los junta!
creo que la pelicula la tienes bien clara solo te falta seguir caminando, pero bueno ¿quien dijo que el camino hay que hacerlo de una? es valido detenerse un momento y descansar.
sabes hace poco estuve en el lugar de tus amigos, un muy querido amigo nos reunio a tres de nosotros y nos confeso que es gay ¡tenia ganas de llorar de la felicidad por estar entre esas personas que el considera importantes!!!!! creo que tus amigos, los verdaderos amigos se van a sentir igual.
un beso y mucha suerte
Remus, sal a navegar!
Tampoco es que te vuelvas Priscilla, la reina del desierto.
Pero tomate el asunto con naturalidad, no es necesario que ahora tu blog se torne rosa o lila.
Tal como en la vida...da vuelta la hoja y camina nomas.
te había escrito un extenso comentario y el maldito explorer se me pegó... bueno, tal vez sea menjor y así te lo digo en persona
Un abrazo
Dix
Remus: el control en algún momento se pierde, lo mejor es dejarse llevar, no tratar de controlarlo todo, es imposible.
La sexualidad no es una, sino que varias. Por lo mimso el ser gay no es anormal, ni una enfermedad, si te sirve la OMS, la Asociación Americana de Psiquiatría así lo confirman. El problema, dicen, se produce cuando a personas homosexuales se les restringen sus derechos, cuando no se les permite expresar libre y tranquilamente su orientación sexual.
Creo que lo más sano es ir avanzando poco a poco en ir contando la orientación sexual, aunque siempre evaluando si eso puede resultar dañino.
Un abrazo.
no termino tu entender eso de perder el contro una vez que revelas que eres gay...
he dicho esto miles de veces la parte gay de nossotros es sola un parte de nosotros. Me consta que tienes una inmensa vida interior mucho mas alla de los limites gay.
si no quieres que nadie sepa de esa parte de ti..no lo reveles..
las reacciones medievales ya casi no se ven...y si alguien se espanta por esa parte de ti
mala suerte y next!
abrazos
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