Encrucijada
Desde hace un tiempo no se me ocurre mucho qué escribir en el blog. No es falta de interés, sino algo un poco más complejo.
En mi caso este sitio surgió –vaya novedad- con un cierto fin terapéutico... Un espacio donde podía expresar, con el beneficio del anonimato, ese gran secreto de ser gay. Por supuesto, eso amenizado con una que otra anécdota y temas más light, porque tampoco es cosa de ir por la vida como denso.
Así, el blog cumplió su función de válvula de escape. Además, me ha permitido compartir y conocer a otras personas a las cuales ahora considero amigos o camaradas blogueros; darme cuenta que lo que vivo no es nada del otro mundo; que hay personas que tienen los mismos temores o inquietudes... En fin, que uno no está tan solo, ni es bicho raro.
Todo ese proceso, a su vez, lo he ido volcando en mis posts. Curioso fenómeno: muchas veces los comentarios que recibía me animaban a dar un paso más, y por supuesto después quería llegar a contarlo, y así progresivamente (porque querámoslo o no, uno igual escribe pensando que lo van a leer. Y esa retroalimentación es rica, quizá por lo mismo que comentaba antes, porque permite paliar cierta soledad, y al sentirse acompañado, uno también se siente más fuerte).
El punto es que ya llegué a un nivel y no tengo claro o no me atrevo a pasar al siguiente.
Dicho sin tanto rodeo: ya me relajé en el punto de YO aceptarme gay (antes siempre hablaba a de LOS gay, en tercera persona), por lo tanto, lo lógico ahora sería vivir en concordancia. Pero aquí nuevamente me asaltan los temores.
Porque la verdad es que no tengo muy claro qué hacer... estoy confundido.
Desde mi punto de vista, una vida gay debería ser en términos generales similar a una vida hétero: levantarse en las mañanas, ir a trabajar, juntarse con los amigos, pagar cuentas, bla bla bla. Pero una fracción de esa vida, una pequeña gran fracción, es distinta, y eso hace la diferencia.
Mi problema es que todavía no tengo claro cómo vivir esa fracción. Qué quiero para ella.
Estoy en una encrucijada y no sé cuál camino tomar, así que por el momento sólo me doy vueltas en el mismo sitio tratando de atisbar las distintas posibilidades.
Supongo que lo que debo hacer es elegir una opción y simplemente ponerme a caminar... pero quizá para ello necesito otro empujoncito.
En mi caso este sitio surgió –vaya novedad- con un cierto fin terapéutico... Un espacio donde podía expresar, con el beneficio del anonimato, ese gran secreto de ser gay. Por supuesto, eso amenizado con una que otra anécdota y temas más light, porque tampoco es cosa de ir por la vida como denso.
Así, el blog cumplió su función de válvula de escape. Además, me ha permitido compartir y conocer a otras personas a las cuales ahora considero amigos o camaradas blogueros; darme cuenta que lo que vivo no es nada del otro mundo; que hay personas que tienen los mismos temores o inquietudes... En fin, que uno no está tan solo, ni es bicho raro.
Todo ese proceso, a su vez, lo he ido volcando en mis posts. Curioso fenómeno: muchas veces los comentarios que recibía me animaban a dar un paso más, y por supuesto después quería llegar a contarlo, y así progresivamente (porque querámoslo o no, uno igual escribe pensando que lo van a leer. Y esa retroalimentación es rica, quizá por lo mismo que comentaba antes, porque permite paliar cierta soledad, y al sentirse acompañado, uno también se siente más fuerte).
El punto es que ya llegué a un nivel y no tengo claro o no me atrevo a pasar al siguiente.
Dicho sin tanto rodeo: ya me relajé en el punto de YO aceptarme gay (antes siempre hablaba a de LOS gay, en tercera persona), por lo tanto, lo lógico ahora sería vivir en concordancia. Pero aquí nuevamente me asaltan los temores.
Porque la verdad es que no tengo muy claro qué hacer... estoy confundido.
Desde mi punto de vista, una vida gay debería ser en términos generales similar a una vida hétero: levantarse en las mañanas, ir a trabajar, juntarse con los amigos, pagar cuentas, bla bla bla. Pero una fracción de esa vida, una pequeña gran fracción, es distinta, y eso hace la diferencia.
Mi problema es que todavía no tengo claro cómo vivir esa fracción. Qué quiero para ella.
Estoy en una encrucijada y no sé cuál camino tomar, así que por el momento sólo me doy vueltas en el mismo sitio tratando de atisbar las distintas posibilidades.
Supongo que lo que debo hacer es elegir una opción y simplemente ponerme a caminar... pero quizá para ello necesito otro empujoncito.
10 Comments:
Cada vida es un mundo absolutamente distinto.. no existen parámetros.. solita se va abriendo camino..
Estoy en las mismas, ya estoy tomando una decisión, y no puedo negarlo, siento el mismo miedo, me la estoy jugando.
Claro que yo aun no tengo claro el resto, mi vida fuera de casa, pero todo a su tiempo.
Mucha suerte.
Saludos.
todos, supongo que absolutamente todos, tienen una época en que no saben que escribir
y ciertamente tampoco a quién pedirles un empujoncito en la vida
P
Y si no haces nada.. sólo ser.
Eso implica consolidar lo que tienes, y punto.
El paso siguiente?
tal vez la pareja?
tal vez integrar tu ser gay a tu cotidiano con l afamilia o los amigos hetero?
quien sabe
yo creo que no te abrumes, sólo sé y preocupate de tener una vida a gusto.
Slds
mmm
Mi recomendación tomando en consideración el mundo banal y cruel en que a veces nos movemos, es dura, pero acá va:
Tienes 32 años, según tu perfil...
Te queda poco para entrar a la adultez, y dificilmente podrás explorar o relajarte entonces
Las cosas ahora amigo¡ ¡¡
Además, cada vez que miro allá afuera parece que los gays tenemos fecha de expiración ja ja
Onda viejo y gay, no, no resultará
(es broma por si aca, el punto es: vive ahora¡¡¡ eres adulto y sé responsable)
Tanto tiempo Caballero Remus, veo que tiene cosas importantes que decir, asuntos en que pensar y tal vez replantearse de algún modo cómo va su camino hasta ahora. Por mi parte le digo que estará todo bien, diga lo que diga, piense lo que piense y sea lo que sea que decida está y estará bien ... para usted y para todos.
Mi cariño de siempre, besos y abrazos. A ver si uno de estos días nos encontramos por ahí.
Mis respetos ... : )
creo que lo mejor es ir al propio ritmo,
creo que la vida es como un parto (tengo otro ejemplo, pero esta vez me lo guardo), somos el bebe que sale al mundo...pasamos por todo un proceso, y cada contracción nos va indicando algo. así mismo tu solo te darás cuenta cuando es el momento preciso para avanzar y cuando el camino de verdad sea el propicio para salir.
¡no te angusties ni te desesperes...no te ahorques con tu propio cordón! todo a su tiempo.
besos
Remus, pienso que lo valioso es que estás conforme contigo mismo, con eso tienes más de la mitad del camino hecho.
Lo del empujoncito que te falta, creo que te lo tienes que dar tu mismo. A veces esa dinámica de esperar a que pasen las cosas solas, o que alguien te lleve a hacer algo o a tomar decisiones, es sólo una manera de dilatar por más tiempo el trámite.
A mi me encanta leerte, y a pesar de que para mi eres una persona virtual, como el protagonista de un libro, igual te he tomado cariño, como a tantos de por acá. Entonces a veces me da rabia leerte, o risa, o pena. Tal como pasa con los amigos reales. Lo que quiero decir es que, estoy feliz por el momento de decisiones en que estás y que puedes contar conmigo para lo que necesites.
Un abrazo y suerte!
JUL
... qué le puedo decir, don Remus...
que lo iluminen las estrellas y llegue a buen puerto
también puedes usar tu propia linterna
saludos
la "fraccion" gay no tiene porque ser una entidad separada..la vida es igual para todos..nosotros insistimos en ponerle etiquetas a las cosas...
lo gay es solo una parte de ti, como lo es que te guste Harry Potter o que seas de derecha o te guste la ropa D....
y a mi me gusta toooooooooodo esto leerte..
Abrazos
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