jueves, julio 21, 2005

Instantánea personal (más una reflexión)

Ayer volvía caminando del trabajo, y al pasar frente a una bomba de bencina de repente me doy cuenta que pasa algo raro: el conductor de un auto, parado junto al maletero de su vehículo, discute con un bombero. No era una pelea a gritos, sino una situación más contenida, pero tensa. Por lo mismo, al comienzo no estoy seguro si es algo serio o malinterpreto lo que veo.
Pero de improviso el conductor saca una especie de bate de baseball y amenaza al bombero, el que lejos de asustarse, reacciona con una actitud de gallito buscando pelea.

La situación no pasó a mayores, por lo menos en los segundos que alcancé a observar, pero me quedé pensando en cuál es el motivo que puede llevar a que cada vez sea más común que las personas muestren tal nivel de agresividad.

Porque en Santiago hay un clima de agresividad que se extiende y nos cubre igual que el smog. Basta ver como en las calles la menor provocación es suficiente para que los automovilistas desahoguen toda su rabia a bocinazos; los pasajeros de micros llegan a sacar la madre al conductor sólo porque no les paró justo donde ellos querían; las personas caminan pasando a llevar a otras y ya ni se vuelven para pedir disculpas, por el contrario, a lo más pegan una mirada como diciendo “eso te pasa por interponerte en mi camino”.

Y así se genera una reacción en cadena, porque la agresividad se contagia, se transmite con más rapidez que la gripe... el tipo que recibió el bocinazo llega a su casa molesto y se desquita con su familia; el chofer de micro increpa a sus pasajeros y le echa la máquina encima a todo el que se le cruce; la persona que es pasada a llevar en la calle, ahora siente que no le debe disculpas a nadie. Suma y sigue.

¿Qué es lo que anda mal? ¿Existirá algún remedio que cure o por lo menos alivie esta enfermedad?

4 Comments:

Blogger Great Pretender 11 said...

La agresividad en Santiago es por una competitividad que ignora la convivencia; pero a la larga la mala convivencia vuelve como boomerang a las canillas de la competitividad.

Ganar-Ganar es la consigna, pero toma tiempo que se impregne en la sociedad.

Saludos,

GP

2:25 a. m.  
Blogger Juano said...

MMmmm interesante lo referente a la reacción en cadena de la agresividad, por lo pronto tratar de no caer en el juego no más, así se hace un bien a uno y a su propio entorno.

Slds.

2:06 p. m.  
Blogger ED said...

Tú post me recuerda el comercial de armonyl....

Yo no vivo en Stgo, pero te puedo decir que el problema que planteas se da en todas partes. Los chilenos somos apáticos...y todos en alguna oportunidad, hemos tenido un comportamiento así. Somos desconfiados y andamos a la defensiva.

8:09 p. m.  
Blogger Remus said...

Je, sí, se parece. Pero ese réclame no me gusta. Lo encuentro sexista, porque implícitamente transmite el mensaje "mantén contento a tu esposo, y le evitarás problemas a los demás".

11:18 p. m.  

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