domingo, julio 24, 2005

Llena eres de gracia

En la semana vi que en el Centro de Extensión estaban dando la película “Entre Copas” y como el sábado en la noche no tenía nada que hacer, me pareció un buen panorama. Sólo que surgió un pequeño imprevisto: ya habían cambiado la película, y como no me fijé en la catelera del día, sólo me di cuenta del error cuando comenzó la proyección del film.
La película de turno era “María llena eres de gracia”. ¿Qué puedo decirles? Mi reacción fue hundirme en el asiento, rogando que esas primeras escenas correspondieran a la sinopsis de las próximas producciones a exhibir en el Centro de Extensión.

Es que películas que muestran el mundo de la droga o todo el lado oscuro de los seres humanos son justo las que yo evito ver.

No me gusta observar que los protagonistas son víctimas de otros o de las circunstancias, y que pese a sus esfuerzos, lo único que logran es ir degradándose más y más, sin esperanza, sin ninguna posibilidad de salir adelante. Díganme light, pero es así; no disfruto ir al cine a ver las desgracias de otras personas.

No es que me guste vivir en el mundo de Bilz y Pap, ni que la mayor capacidad de drama que pueda soportar sean las penurias de la familia Von Trapp, es simplemente que ver ese otro mundo me bajonea, me provoca una situación de desagrado interno.

Tengo muy baja capacidad para tolerar las injusticias, el abuso a otros, para ver pisoteadas a las personas, por lo que prefiero ahorrarme el mal rato.

No me importa ver esas películas que muestran situaciones terribles, pero que uno sabe que son ficción, o aquellas como El Pianista, donde también se muestran situaciones límite, pero que corresponden al pasado, a hechos históricos. Sin embargo, las obras que reflejan realidades que ocurren hoy, que las enfrentan a diario miles de personas, en circunstancias infinitamente peores, eso ya es distinto. Sé que esas películas son probablemente mucho más valiosas, porque nos ayudan a abrir los ojos. Pero a mí me dejan mal.

En el fondo, necesito creer que hay esperanza, que por muy mal que estén las cosas, siempre hay una posibilidad de escape. Y es duro aceptar que la vida no siempre es así.

En fin, cuando acepté que “María llena eres de gracia” era definitivamente la película que iban a dar, opté por darle una posibilidad y me quedé en la sala.

Me gustó. La encontré una película franca, que muestra una realidad cruda sin caer en truculencias o un morbo exacerbado.
Supongo que a veces es bueno darse la posibilidad de apreciar realidades que nos incomodan y que preferimos evitar.

7 Comments:

Blogger ED said...

El cine es para generar sentimientos..buenos malos, asco placer..
Voy a ver la peli. thanks

4:07 p. m.  
Blogger Great Pretender 11 said...

Don Remus,

Yo soy un poco masoca, así que sí me gusta ver películas terribles; pero entiendo perfecto que tú no. O sea, como dicen, hay suficiente desgracia a la vuelta de la esquina, como para ver películas con más desgracias aún.

Pero bueno, para componer su ánimo, le dejo recomendada "Time and a Word", de Yes.

Saludos,

GP

Sorry por el "don", pero son sólo muletillas :)

8:26 p. m.  
Blogger Voikot said...

Me pasa los mismo desde que fui a ver "Bailarina en la oscuridad" desde ahí juré nunca más ver una película dramática. Si es por eso me pongo a ver las noticias.

12:48 p. m.  
Blogger Juano said...

El martes 8 de Febrero hice un comentario de esa película, búscalo entre mis archivos de ese mes.

Slds.

4:00 p. m.  
Blogger dixleso said...

Los dramas tanto en el cine como en todas partes son experiencias fuertes... puede que sea na' que ver el comentario, pero igual depende del nivel de drama lo que estoy dispuesto a tolerar. Lo último heavy que ví (pero en teatro) fue "Psicosis 4:40", incrteíble obra y montaje... pero después de eso juré No más dramas!!!!

9:21 p. m.  
Blogger Imoq said...

A mí me gusta ver dramas en el cine, a pesar de que la vida esté llena de éstos. Claro está, prefiero las comedias, pero sí veo de todo.

Tengo ganas de ver "Llena eres de gracia", a ver si pronto la consigo por aquí.

Saludos mexicanos :)

12:25 a. m.  
Blogger Campios said...

Yo prefiero ver películas livianas, mejor tratar de vivir en un mundo feliz, y a la vez ayudar al resto que pueda ser feliz. Para qué ser parte del círculo del dolor y la pena, si podemos hacer un cambio en el resto, ya sea participando en alguna organización de ayuda (hogar de cristo, la sopita ('ta en valparaiso y da comida y café en las noches a los vagabundos y niños de la calle) de los dramas que tenemos más a mano en nuestra ciudad y país, de los cuales podemos ser partes y ayudar.

Me fui en la profunda, pero prefiero todo el rato ser un wn feliz y tratar de hacer sentir al resto igual. Para que ver drama, si para eso están las noticias y lo que pueda pasar a unas cuadras de nuestra casa.

Saludos

5:44 p. m.  

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