Ay el amor, cosa tan rara...
Hace poco más de una semana contacté a una persona por internet con la cual hubo muy buena química, lo que motivó que esa misma noche termináramos hablando largamente por teléfono.
Los llamados se repitieron en los días siguientes, con pequeños saludos matutinos, conversas a la hora de almuerzo y más prolongadas pláticas en la noche... No lo niego, se generaron bastantes expectativas, pues teníamos muchos intereses en común y se dio una confianza poco habitual, por lo menos de mi parte.
Es así como empecé a fantasear un poco con este personaje, con la posibilidad de que podríamos llegar a ser pareja.
Eran fantasías sencillas, que me pintaban una sonrisa en la cara: me imaginaba la posibilidad de abrazarlo y meter mis manos y brazos bajo su camisa, o despertar juntos.
Sé que suena cursi, pero es lo que ahora echo de menos. Porque conseguir sexo es fácil, pero esa otra intimidad sólo se obtiene cuando hay afecto real.
Conscientes que el tema estaba agarrando vuelo y que no era muy sano seguir manteniendo una muy buena “relación de teléfono”, el lunes pasado decidimos juntarnos a comer.
Lo pasé muy bien y el encuentro me permitió confirmar que se trata de un tipo muy valioso. Pero lamentablemente no sentí ningún cosquilleo especial o alguna sensación que me indicara que también había una química física. Fue como juntarme con un buen amigo, y por más que quise encontrar algún indicio de que la persona que se encontraba frente a mí me atraía en una forma más profunda, eso no ocurrió.
Ese día no abordamos el asunto de nuestras impresiones mutuas, sólo quedamos en seguir conversando. Así que medité bastante lo que estaba ocurriendo. Hasta consideré la posibilidad de tomar el asunto con calma y ver si con más tiempo surgía un sentimiento especial. Pero no me pareció justo, ni para él ni para mí.
Este miércoles hablamos y me preguntó mi opinión franca. Se la dije.
En cierta medida me sentí aliviado, lo que me ratifica que fue la decisión correcta, pero no dejo de pensar que me hubiera gustado que funcionara.
Porque para ser sincero, quiero comprobar de una vez por todas que me puedo enamorar de otro hombre, amar y no sólo sentirme atraído o encandilado.
Me falta vivir ese profundo remezón interno.
Una vez me dijeron que quizá yo era muy exigente o idealista, y que lo que debía hacer era encontrar una pareja que simplemente me gustara y cultivar una relación... En estos días evalué esa posibilidad; pero conformarme con eso no me funciona.
Para enamorarme y comprometerme con otra persona, necesito que se imponga sin cuestionamientos el corazón.
Los llamados se repitieron en los días siguientes, con pequeños saludos matutinos, conversas a la hora de almuerzo y más prolongadas pláticas en la noche... No lo niego, se generaron bastantes expectativas, pues teníamos muchos intereses en común y se dio una confianza poco habitual, por lo menos de mi parte.
Es así como empecé a fantasear un poco con este personaje, con la posibilidad de que podríamos llegar a ser pareja.
Eran fantasías sencillas, que me pintaban una sonrisa en la cara: me imaginaba la posibilidad de abrazarlo y meter mis manos y brazos bajo su camisa, o despertar juntos.
Sé que suena cursi, pero es lo que ahora echo de menos. Porque conseguir sexo es fácil, pero esa otra intimidad sólo se obtiene cuando hay afecto real.
Conscientes que el tema estaba agarrando vuelo y que no era muy sano seguir manteniendo una muy buena “relación de teléfono”, el lunes pasado decidimos juntarnos a comer.
Lo pasé muy bien y el encuentro me permitió confirmar que se trata de un tipo muy valioso. Pero lamentablemente no sentí ningún cosquilleo especial o alguna sensación que me indicara que también había una química física. Fue como juntarme con un buen amigo, y por más que quise encontrar algún indicio de que la persona que se encontraba frente a mí me atraía en una forma más profunda, eso no ocurrió.
Ese día no abordamos el asunto de nuestras impresiones mutuas, sólo quedamos en seguir conversando. Así que medité bastante lo que estaba ocurriendo. Hasta consideré la posibilidad de tomar el asunto con calma y ver si con más tiempo surgía un sentimiento especial. Pero no me pareció justo, ni para él ni para mí.
Este miércoles hablamos y me preguntó mi opinión franca. Se la dije.
En cierta medida me sentí aliviado, lo que me ratifica que fue la decisión correcta, pero no dejo de pensar que me hubiera gustado que funcionara.
Porque para ser sincero, quiero comprobar de una vez por todas que me puedo enamorar de otro hombre, amar y no sólo sentirme atraído o encandilado.
Me falta vivir ese profundo remezón interno.
Una vez me dijeron que quizá yo era muy exigente o idealista, y que lo que debía hacer era encontrar una pareja que simplemente me gustara y cultivar una relación... En estos días evalué esa posibilidad; pero conformarme con eso no me funciona.
Para enamorarme y comprometerme con otra persona, necesito que se imponga sin cuestionamientos el corazón.
10 Comments:
Ok, está bien... pero sólo una cosa, no por eso lo dejes de ver... ponle empeño como amigo, puede ser la puerta a un mundo nuevo.
Slds
El prefirió no seguir como amigos, por lo que no me queda más que respetar esa decisión.
Sabes Remus, a lo mejor estás pidiendo que las cosas fluyan demasiado cinematográficamente. Yo sí te aconsejo eso que mencionas que alguna vez te dijeron; intentar algo con alguien que simplemente "te gusta". Creo que eso es precisamente la definición de "andar" o "pololear", por falta de un término mejor.
A veces esos "enamoramientos" fulminantes, no son más que eso. Algo muy fuerte y rápido, que se desarma con la misma velocidad.
Pienso, muy humildemente, porque no me las se todas, que ENAMORARSE, es un proceso súper lento y que se va formando a medida que conoces a la persona. Te lo digo por experiencia propia y mejor no sigo hablando, porque se me acaba de ocurrir un tema para un post, jajajaja.
Te mando un abrazo y espero que encuentres pronto lo que andabas buscando.
JUL.
PD: Nada de cursi el post, me gustó mucho.
Creo que hiciste lo correcto y concuerdo contigo un 200%.
El joven es material perfecto para una excelente amistad, pero si no hay mariposas en la guata..eso es solo eso..una hermosa amistad..
cultivar una amistad basada en las cosas que tienen en comun y sin una quimica especial..no creo que lleve a nada bueno..
esa es mi opinion y mi experiencia..
la camara no la perdi al final pos...
abrazos
Quimica, testosterona y feromonas.
Me tiene chato el asunto, porque a mi me pasa, te lo conte una vez, que soy de amores platonicos nomas...ya sabes. Pero igual me "conforme" con una amistad, una buena amistad, y todo resulto super bien. Asi que animo, y hagamos un club...mientras mas gente haya, mayores posibilidades de pinchar, jajaja.
Ufff que familair esto, al parecer es un mal comun, con Niño fue algo parecido, pero el se la jugo, lo intento y lo consiguio, antes no me tincaba mucho, pero siguio al acecho, y de eso ya casi 4 años... nunca hay que cerrar la puerta del todo, uno nunca sabe...
Abrazos
Doso
minimalista significa minimo
nada de recargado, pero este minimalista sera hogareño je je
abrazos
No creo en eso de querer enamorarse. Como dice Julius hay que darle tiempo a las cosas, dejar que fluyan. Y no buscar, eso no creo que funcione, sino más bien estar atento a las oportunidades.
Un abrazo,
Yo, Claudio.
y el estar atento a las oportunidades no significa estar atento sólo en la búsqueda de pareja, sino de buenas amistades.
haciendo la salvedad que estar atento no es lo mismo de andar buscando
yo sin buscar encontré el amor, despues de casi un mes de msn, nos conocimos, a pesar que nos habiamos visto por fotos no es lo mismo.....al verlo que paso????....jajaja confirme todo lo vivido, hubo quimica, mariposas en la guata y amor, de eso hace un año..que como estoy??? aun juntos
saludos
jvrtte.
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