domingo, febrero 03, 2008

El amigo de mi amigo

Tengo un muy buen amigo de infancia, con el cual, por esas circunstancias de la vida, hemos perdido contacto hace ya varios años. Pero como nuestras respectivas señoras madres se ven casi semanalmente, siempre estoy informado de las novedades referidas a él y a su familia.


Al igual que yo, vive con sus padres, le gusta viajar,  es bastante culto... En resumen, un modelo de hijo tranquilo de familia clase media bien, tradicional y de misa todos los domingo. 


Y también al igual que yo, a sus treintaytantos permanece soltero y sin historial conocido de novias o pololas. No obstante, por las conversas con señora madre, sé que ha sido más carretero que este servidor.


Hace ya unos años apareció un nuevo actor cada vez más frecuente en los reportes maternos: un amigo al cual bautizaremos como "Bruno".


Con Bruno -compañero de trabajo de mi amigo en esos años- se empezaron a juntar para salir a fiestas hasta la madrugada, luego comenzaron a viajar todos los fines de semana a la casa en la playa que tenían los tíos, y desde hace un tiempo suelen tomar vacaciones juntos. Actualmente Bruno almuerza casi todos los fines de semana con la familia de mi amigo y después duerme siesta en su pieza.


Por supuesto, todo esto lo cuenta señora madre con el mismo tono neutro con el que relata las otras novedades de esa familia (tono de "aquí no pasa nada" que también debe emplear la tía al contarle estas cosas). Y yo pongo atención con la misma cara de circunstancia con que escucho sus otros pelam... ejem, historias de familiares, amigos y vecinos. 


Es como una partida de poker en el cual el subtexto es más entretenido que lo que se aprecia a simple vista. Porque si bien los dos hace rato ya que tenemos clara la película, también sabemos que hay cosas de las cuales no se habla, y más cuando afectan a personas que prácticamente consideramos familiares.


La única ocasión en que este diálogo de "hacerse los tontos" se ha roto, fue una vez que mientas señora madre se refería a mi amigo, sus padres y Bruno, mi padrastro soltó en tono jocoso "el yerno".


Inmediatamente señora madre reaccionó como gato erizado, pronunciado un simple "Mario" (nombre de mi padrastro), pero con ese tono que sólo las madres saben emplear, mezcla de reto, llamado de atención, molestia y sensación de incomodidad, con lo cual dejan claro que se ha cometido una falta que rompe la armonía familiar y que esperan que no se repita. Una actitud muy Bree Van De Kamp (la pelirroja de Desperate Housewives, para los que no ubican la referencia).


Yo, claro está, no levanté ni una ceja ante lo dicho, y pasado el exabrupto todo prosiguió como si nada.


Sin embargo, reconozco que hay ocasiones en que me he sentido tentado por interrumpir también los relatos de señora madre sobre mi amigo y su amigo, con algún comentario que implique poner las cartas sobre la mesa, y de esa forma saber cuál es su reacción y qué opina en verdad sobre el tema. Pero de inmediato desisto y sigo escuchando como si nada.


Es que en el fondo los dos compartimos que hay cosas que uno acepta y da por hecho, pero sobre las cuales no se pronuncia. Bruno es un amigo muy cercano, y punto; lo demás no es asunto nuestro.


"Vive y deja vivir" es la consiga que aplicamos, y por ahora creo que es mejor así. Después de todo, por acá también hay ropa tendida.

10 Comments:

Blogger Ya no me enganas, descubri tu blog said...

yo tuve un amigo de infancia y juventud, un gran amigo, con quien pasé muchas vacaciones, y a quien dejé de ver, como a muchos otros amigos y familiares, por evitar que hubiera ese tipo de sospechas.

fue muy doloroso cuando le dije que prefería que no nos viéramos más. muy, muy doloroso.

ya casi no recuerdo qué explicaciones le di. creo que simplemente le dije que era por su bien.

él trató de indagar más allá y dentro de las hipótesis que planteó, precisamente me preguntó si era homosexual. mi respuesta creo que fue algo así como "es como si lo fuera".

cada vez que me acuerdo de él, de lo bien que se portó conmigo, de lo mal que me porté con él y de lo doloroso de ese momento de separación, me achaco enormemente...

es probable que él hubiera seguido siendo mi amigo si yo le hubiera confesado la situación, pero mi orgullo no estaba dispuesto a aceptarlo, como tampoco estaba dispuesto a ser responsable del estigma que seguramente habría caído sobre él. sólo espero que me haya creído que lo hice por su bien, aunque el costo haya sido perder un amigo (yo), mismo costo que pagué yo, pero muchos más que él.

al día de hoy, lamento todas las veces que en todos estos años él haya necesitado ayuda y que no me tuvo a mí como un amigo a quien recurrir. espero que tenga una buena vida. es una muy buena persona. creo que es muy difícil que me vuelva a encontrar con él, pero a veces pienso que la vida me puede dar aún muchas más sorpresas...

sorry que me extendí...

10:33 p. m.  
Blogger Santiago Illapa said...

Y que tanto con que Bruno y tu amigo sean novios?

Esa onda tan chilena de que todos sabemos todo pero no decimos nada igual es un poco aburridora, no?

10:41 p. m.  
Blogger Julius said...

Siempre dentro del marco del cariño y del respeto:

¡¡Qué espabile tu señora madre de una buena vez!!
Cuando cuentas este tipo de cosas, me los imagino sentados en la mesa de la familia Ingalls en "La pequeña casa en la pradera", te juro. Con lámapra de parafina y vestidos como el señor de la Avena Quacker.

Hay frases bien aterradoras en tu post:
-"también sabemos que hay cosas de las cuales no se habla"

-"Pero de inmediato desisto y sigo escuchando como si nada"

Ufff...

Yo creo que la solución es que tú te busques tu propio "Bruno" y te mandes ese escándalo que todos debemos tener en la vida.
O si no, uno se queda la vida entera conventilleando con la mamá.

Un abrazo

JUL.

11:56 a. m.  
Blogger Manuel said...

Hace tiempo que no pasaba por aquí....

Son situaciones bien chilenas después de todo.. como un circo checo.. eso de que todos saben lo que todos callan... los secretos que revientan en silencios cómplices o incómodos, pero que se vuelven objetables al ser rotos con comentarios como el que hizo Mario. Eso del "don't ask, don't tell" gringo se aplica bastante en tu relación con él.

Mis reverencias y saludos

6:59 p. m.  
Blogger Sam Urai said...

Creo que ésta es una situación más común de lo que se cree... el callarse cosas ante la familia, el saber que hay temas tabú, las miradas que lo dicen todo, los silencios que tensan la convivencia familiar, los secretos...

Tuve un novio con el que tuve que andar en secreto, y la verdad es que fue bastante duro. Algún día te contaré la experiencia entera (es larga).

Bonito blog.


Un saludo :)


Sam

12:13 a. m.  
Blogger Blefaroplastía said...

Me genera como ahogo situaciones así. Las entiendo porque las viví, y no me voy hacer el bacan en decir que todo debería cambiar, porque cada uno sabrá cual es el escenario en que juega, pero francamente, hasta cuando se estirará el Chicle.

En fin. No se puede vivir en el terror todo el tiempo. Hace mal. En serio.

Eso

B.

PD: si soy el del cumple, así que merezco saludo y regalo.

1:11 a. m.  
Blogger Feñizio said...

Precisamente hace unos dias pasó la misma historia tuya en mi casa, claro con algunas pequeñas diferencias, claro. Bueno, el asunto es que fue a mi casa la mamá del Pablo, a quien he nombrado un par de veces acá. Con él y su familia nos conocemos desde hace muuuucho tiempo. Mi vieja me cuenta que hablando sobre la vida salio el tema del Pablo y de su amigo Luchito. Extacamente la misma historia de tu amigo con Bruno. Y por lo menos ella, no sospecha nada. Digo ella, por que es cierto que la Tia es media ingenua, pero no creo que lo sean tanto su viejo y su hermana. Y he aquí la parte distinta de esta historia, porque mi vieja le pregunto si sabía algo de mi vida... Nosotros ya sabíamos que ellos también saben lo mio (al Pablo se le "escapo" y se lo contó a su hermana y de ahi lo supieron todos). Cuento corto, ya tienen un antecedente y es tan simple como ver las similitudes que tenemos los dos como para darse cuenta que somos del mismo equipo. Por eso creo que la unica ingenua es la Tia, aunque creo que despues de esta conversacion igual se le van a abrir un poco mas los ojos.

Saludos

9:01 a. m.  
Blogger J a v i e r said...

eeeee.... opino lo mismo... deberias buscar tu propio bruno. Yo creo que la gente sabe lo que pasa, solo nos hacen creen que no lo saben.
un abrazo, esta semana vamos por el cafe.
jvr

11:22 a. m.  
Blogger Erase & Rewind said...

A mi eso me ha pasado mas de una vez. "Mi hijo no tiene polola, pero tiene muy buenos amigos"
Yo de hecho vivo con un "amigo" hace ya un ano, jajajaja, munca lo he conversado con mis papas, pero la pelicula esta clarita.

Saludos.

4:07 p. m.  
Blogger gustavo said...

dicen que la verdadno nos duele cuando la buscamos sino cuando huimos d eesta. Creo que por eso a veces preferimos no habalr de icertas cosas para evitar enfrentarnos con ellas.

Ojalá la gente tomara conciencia de lo grande que es el mundo y entendieran que definitivamente cabemos todos.

saludos desde acá y regresaré con mayor frecuencia. seguro sin dudas

11:54 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home