lunes, octubre 26, 2009

Ilusión

¿Les ha pasado que cuando están en lo mejor del sexo, ven el rostro de la otra persona (en el supuesto que sólo estén follando con una) y se sienten henchidos por una sensación de fogoso enamoramiento?
Es que algo hay en ese minuto de intenso placer, entrega o fugaz calentura, que hace que la persona que tenemos en frente -abajo, arriba, de lado, como sea- se ilumine... y entonces, dan ganas de hacer que ese instante perdure; aferrarnos a esa sensación que es más poderosa y adictiva que otras drogas (si es que los amantes casuales se permiten disfrutar de ella).
El problema, es que después del sexo, la realidad retorna sin sutilezas, y la persona que antes nos parecía maravillosa, vuelve a mostrar su cara real. Las ganas se han saciado, el embrujo se ha ido.
Y luego, apenas se cierra la puerta detrás de uno y la ciudad nos recibe, tratamos (trato) de mirar los rostros de los transeúntes, buscando por fin encontrar en uno de ellos al menos parte de esa ilusión generada en la embriaguez del sexo.

5 Comments:

Blogger Jorge López G. said...

Uf, vaya retorno.

Si, muchas veces estuve a punto de decir te amo en esos instantes, pues en esos precisos instantes realmente lo sentía, pero me reprimía porque aún había algo de cordura en mi que me hacía reaccionar. Y siempre fue la decisión más adecuada.

Un abrazo.

9:28 p. m.  
Blogger Ya no me enganas, descubri tu blog said...

Cuando la excitación ha subido al punto en que los sistemas de alerta y defensa de la consciencia están desactivados, y logramos alcanzar ese punto sublime de goce, aunque en mi caso sea por auto estimulación, la conexión se realiza al nivel de más profunda intimidad, más profundo que todas las consideraciones que normalmente tenemos en cuenta cuando analizamos a otra persona. En ese momento esa persona es con quien estás compartiendo el mayor goce que existe, de desearse, disfrutarse y aceptarse mutuamente sin reparos.

No es menor como el apetito sexual puede hacer a un lado tantas estructuras de alerta y defensa con el fin de alcanzar el objetivo de la cópula, la eyaculación y la fecundación.

Ahora, cuando el objetivo se ha logrado y se ha alcanzado el climax, pues va bajando el nivel de excitación y vuelven a activarse los sistemas de alerta y defensa, sistemas que son más críticos al juzgar a los otros, o que producen actitudes más herméticas y distantes, y así vemos menos atractivas a las personas con quienes hace unos minutos tocamos el cielo.

No somos más que títeres.

Saludos y bienvenido de regreso.

10:26 p. m.  
Blogger Feñizio said...

Volviste??? Pucha ojala que si. No te pierdas.

Abrazos.

2:07 p. m.  
Blogger Emisiones Nocturnas said...

Volver... una película muy buena... y como que aplica aún... ejeje..

Saludos

1:27 a. m.  
Blogger Perdido said...

Hola, he vuelto despues de bastante tiempo.
Sobre el tema, me ha pasado algo bastante....cuestionable al respecto. A veces veia rostros...pero no eran de la persona con la que estaba....mmmmmm, jajajajaj.
Saludos.

11:28 p. m.  

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