Tres mujeres (no muy) altas
El sueño fue más o menos así. Era de noche y estábamos este individuo y yo, desnudos, recostados en el patio de la que fuera por años mi casa. Abrazados o más bien dicho entrelazados –porque nuestras piernas también estaban cruzadas- a pocos metros de la mampara/ventanal que conectaba con el lavadero.
La verdad es que el sujeto me resultaba muy atractivo y las perspectivas de hacia dónde se encaminaba la situación eran bien excitantes. En otras palabras, nos encontrábamos listos para darnos con todo, sobre el suelo de tierra y bajo el cielo contaminado de Santiago; hot.
En esto estábamos, cuando se enciende la luz del lavadero. Era mi Mema (QEPD) que acababa de aparecer de improviso.
Nervioso, a lo único que atino es a mover rápida y sigilosamente nuestros cuerpos hasta quedar lo más apegados posible a la mampara, con el objetivo que los escasos centímetros que no eran vidrio nos ocultaran de su mirada inoportuna.
En esos momentos yo lo único que quería era que mi Mema –quien prácticamente fue mi abuela, aunque no había vínculos de sangre- volviera al interior de la casa y nos dejara solos. Tenía terror de ser descubierto con otro hombre, pero a la vez ansiaba retomar el cauce original del sueño.
Pero en lugar de eso lo que ocurrió fue que ya no sólo se encontraba mi Mema, sino también mi mamá y mi madrina (QEPD): las tres mujeres que más han marcado mi vida.
En realidad en el sueño nunca las vi directamente, sino que era más bien la certeza de su presencia.
Por esos giros que sólo ocurren en los sueños, con el partner –que a todo esto permanecía sin manifestar reacción-, ahora yacíamos a unos metros de la mampara, directamente iluminados por el rectángulo de luz proyectado hacia el oscuro patio a través del vidrio de la puerta.
No hacía falta mirar hacia el lavadero para saber que ya nos habían visto, que sus ojos estaban fijos en nosotros; en mí.
Sentía toda la angustia de haber sido descubierto, de estar consciente que había que enfrentar ese momento, pero a la vez ser incapaz de reaccionar.
¿Qué hacer? ¿Qué decir? pensaba yo, mientras simplemente permanecía tendido junto a aquel hombre, con la mirada perdida en cualquier punto, menos en la dirección donde se encontraban esas tres figuras, que yo sabía estaban ahí, paradas, silenciosas, observando el espectáculo a través del ventanal.
En medio de todo ese tormento, algo me empezó a decir que no era lógico lo que estaba pasando, que la situación que enfrentaba no podía ser real. Y así fue como me desperté, todavía confundido, todavía con esa molesta sensación de ser superado por los acontecimientos.
Pero ya más tranquilo, mientras el letargo me invadía nuevamente, la angustia empezó a dar rápido paso a las lamentaciones por no haber podido disfrutar del que en un comienzo parecía un muy prometedor sueño húmedo. Y es que de verdad el tipo era tan atractivo.
La verdad es que el sujeto me resultaba muy atractivo y las perspectivas de hacia dónde se encaminaba la situación eran bien excitantes. En otras palabras, nos encontrábamos listos para darnos con todo, sobre el suelo de tierra y bajo el cielo contaminado de Santiago; hot.
En esto estábamos, cuando se enciende la luz del lavadero. Era mi Mema (QEPD) que acababa de aparecer de improviso.
Nervioso, a lo único que atino es a mover rápida y sigilosamente nuestros cuerpos hasta quedar lo más apegados posible a la mampara, con el objetivo que los escasos centímetros que no eran vidrio nos ocultaran de su mirada inoportuna.
En esos momentos yo lo único que quería era que mi Mema –quien prácticamente fue mi abuela, aunque no había vínculos de sangre- volviera al interior de la casa y nos dejara solos. Tenía terror de ser descubierto con otro hombre, pero a la vez ansiaba retomar el cauce original del sueño.
Pero en lugar de eso lo que ocurrió fue que ya no sólo se encontraba mi Mema, sino también mi mamá y mi madrina (QEPD): las tres mujeres que más han marcado mi vida.
En realidad en el sueño nunca las vi directamente, sino que era más bien la certeza de su presencia.
Por esos giros que sólo ocurren en los sueños, con el partner –que a todo esto permanecía sin manifestar reacción-, ahora yacíamos a unos metros de la mampara, directamente iluminados por el rectángulo de luz proyectado hacia el oscuro patio a través del vidrio de la puerta.
No hacía falta mirar hacia el lavadero para saber que ya nos habían visto, que sus ojos estaban fijos en nosotros; en mí.
Sentía toda la angustia de haber sido descubierto, de estar consciente que había que enfrentar ese momento, pero a la vez ser incapaz de reaccionar.
¿Qué hacer? ¿Qué decir? pensaba yo, mientras simplemente permanecía tendido junto a aquel hombre, con la mirada perdida en cualquier punto, menos en la dirección donde se encontraban esas tres figuras, que yo sabía estaban ahí, paradas, silenciosas, observando el espectáculo a través del ventanal.
En medio de todo ese tormento, algo me empezó a decir que no era lógico lo que estaba pasando, que la situación que enfrentaba no podía ser real. Y así fue como me desperté, todavía confundido, todavía con esa molesta sensación de ser superado por los acontecimientos.
Pero ya más tranquilo, mientras el letargo me invadía nuevamente, la angustia empezó a dar rápido paso a las lamentaciones por no haber podido disfrutar del que en un comienzo parecía un muy prometedor sueño húmedo. Y es que de verdad el tipo era tan atractivo.
8 Comments:
"las perspectivas de hacia dónde se encaminaba la situación eran bien excitantes. En otras palabras, nos encontrábamos listos para darnos con todo" jajajaja qué fue eso? subtítulos? jajaja
fuerte tu escena. creo que transmites muy bien la tensión.
creo que no hay mucho que interpretar en tu sueño... no te sientes cómodo con la mirada que recibirías de esas mujeres ante tu condición de gay. bueno, no sé qué decirte. supongo que una vez que tú te sientas completamente cómodo con ello (y dada la decisión que tomaste, espero que así sea), entonces podrás sobrellevar la situación de cuando ellas lo sepan, ya sea porque tú les cuentes o por otra vía.
saludos
J cree que interpreta sueños y dice...
- las mujeres importantes de tu vida siempre han sabido de tus preferencias
- Tener conciencia de ello te puede ayudar a vivir de mejor forma.
- Abre la mirada fuera de ti, así saldrás de la perturbación de la incomodidad
- Concéntrate en la mirada de ellas, que sin duda son de cariño y no de censura... ahí está el secreto liberador del sueño-mensaje
- Y bueno, dale con el látigo no más :)
Slds
mmmm hasta en el sueño se siente que esta haciendo algo malo o me equivoco, o sospecha que para lo demás es malo?? mmmm no se, yo ni sueño, y tampoco creo que soñaría eso...
Pero concuerdo con "J"... ellas ya saben todo jejeje
Abrazos
DOSO
Que lata cuando te interrumpen de esa forma en un sueño tan "entretenido" como ese.Ahora, el hecho de que te estuvieran espiando justo cuando ya ibas en la mejor parte lo encuntro realmente truculento.
Saludos
Concuerdo con eso de que si ellas permanecieron mute, por algo sera.
Ahora, francamente, con este clima y a esas horas, mejor buscarse una pieza, un motel, algún lugar más guarecido para entrelazar sus existencias y hacer la cochiná. No te vaya a entrar, además, un resfrio. Digo yo.
Consejo: quedate dormido pensando en un motel con jacuzzi (a lo manjarate). Demás que el próximo si es un sueño humedo.
Eso
B.
bien hot tu sueño pos remus, ahora es cierto, puta que debe haber estado helado por ahi, y mas encima escondidos a traves de la mampara....ummmm. No creo que sea muy rara esa sensacion de salir pillado. y ojalà ese chico guapo del que hablaba se vuelva real.
abrazos
jvr
Qué escribe bonito usted, joven.
Yo también creo que J interpreta sueños. Créale.
Abrazos,
JUL.
Totalmente de acuerdo con el lado interpretador de sueños de J.
Yo creo que fue la salidad del closet que tu subconciente necesitaba, algo así como asumirse un 100%, sin importar si alguien más lo sabe.
Publicar un comentario
<< Home