lunes, diciembre 24, 2007

Feliz Navidad


Amigos blogueros,
Mis mejores deseos en esta Navidad, que todos disfruten junto a sus familias y seres queridos una celebración llena de felicidad (yo estoy cruzando los dedos para que Santa me traiga el paque..., ejem, el regalo que espero).
Fuera de bromas, ya sea que compartan o no el real motivo de esta festividad, creo que es una buena ocasión para expresar el aprecio que uno siente hacia aquellas personas que considera valiosas. Y aquí en el blog he tenido la suerte de conocer -en persona o virtualmente- un buen grupo de ellas.
Un abrazo grande para cada uno de ustedes.

M.

viernes, diciembre 14, 2007

Tattoo

Con los tatuajes tengo una relación de amor/odio. Si le preguntan al Remus de hace unos años, simplemente los rechazaría como una forma barbárica de expresión, impropia de personas decentes. De hecho, todavía me resultan absolutamente desagradables en las mujeres, sobre todo los que se ubican donde termina la espalda y comienza el culo. No hay caso, por muy sensuales que los vendan, para mi resabio heterosexual esos dichosos dibujitos en las féminas funcionan como implacables matapasiones.
En los hombres, en cambio, pues…
De un tiempo a esta parte he ido descubriendo que me generan creciente atractivo, especialmente cuando lucen en un cuerpo relativamente bien cuidado. Ahora bien, si el espécimen en cuestión es fibroso o maceteado musculoso, ahí francamente el morbo se me dispara a mil. Porque como yo lo veo, los tatuajes -siempre que su diseño también sea masculino, obvio- están asociados a un cuento de virilidad: funcionan a la vista como las feromonas para el olfato.

Como fetichista observador, los rincones que considero más eróticos para lucir uno (basado en mi experiencia en Gaydar y otros sitios web), son: una bien formada espalda, justo debajo uno de los hombros; enmarcado en un redondo y firme glúteo, o escondido en la muy sensual zona del bajo vientre (y si está semioculto por un ajustado Calvin Klein, ufff, tanto mejor).
¿Me atrevería yo a hacerme uno? No sé. Todavía siento que no van conmigo, ni con mi poco ejercitado cuerpo. Pero reconozco que la idea me ha tentado. Incluso, tengo más o menos claro el dibujo que pediría y la parte del cuerpo en que me lo haría… Obviamente sería una de las antes mencionadas.