lunes, mayo 14, 2007

Una pregunta


En esta oportunidad me gustaría formular una pregunta a los lectores que visitan este blog:

¿Creen que sea posible consolidar una relación de pareja (monógama), si el sexo que se da entre ambos no es plenamente satisfactorio para una de las partes? ¿Puede el afecto, el cariño profundo hacia la otra persona, imponerse a la natural necesidad de alcanzar la máxima satisfacción sexual y sensual?

Obviamente no me refiero a lo que pueda ocurrir en una o contadas veces en que la pareja hace el amor, sino a una situación de carácter más permanente.
Y por favor no respondan con casos excepcionales, como cuando uno de los amantes sufre un accidente invalidante o algo por el estilo. Hablamos de dos personas sanas y normales.
Aclaro que esta interrogante no me nace por alguna experiencia que esté o haya vivido recientemente, toda vez que hace bastante tiempo que no hay ningún atisbo de pareja en el horizonte o un mísero peoresná. Fue simplemente una inquietud que surgió de una conversa chat, de ésas que tienen lugar en ratos de ocio el fin de semana.
En cuanto a mi opinión al respecto… por ahora me la reservo, para no influir en las posibles respuestas.

miércoles, mayo 02, 2007

Tres mujeres (no muy) altas

El sueño fue más o menos así. Era de noche y estábamos este individuo y yo, desnudos, recostados en el patio de la que fuera por años mi casa. Abrazados o más bien dicho entrelazados –porque nuestras piernas también estaban cruzadas- a pocos metros de la mampara/ventanal que conectaba con el lavadero.
La verdad es que el sujeto me resultaba muy atractivo y las perspectivas de hacia dónde se encaminaba la situación eran bien excitantes. En otras palabras, nos encontrábamos listos para darnos con todo, sobre el suelo de tierra y bajo el cielo contaminado de Santiago; hot.
En esto estábamos, cuando se enciende la luz del lavadero. Era mi Mema (QEPD) que acababa de aparecer de improviso.
Nervioso, a lo único que atino es a mover rápida y sigilosamente nuestros cuerpos hasta quedar lo más apegados posible a la mampara, con el objetivo que los escasos centímetros que no eran vidrio nos ocultaran de su mirada inoportuna.
En esos momentos yo lo único que quería era que mi Mema –quien prácticamente fue mi abuela, aunque no había vínculos de sangre- volviera al interior de la casa y nos dejara solos. Tenía terror de ser descubierto con otro hombre, pero a la vez ansiaba retomar el cauce original del sueño.
Pero en lugar de eso lo que ocurrió fue que ya no sólo se encontraba mi Mema, sino también mi mamá y mi madrina (QEPD): las tres mujeres que más han marcado mi vida.

En realidad en el sueño nunca las vi directamente, sino que era más bien la certeza de su presencia.
Por esos giros que sólo ocurren en los sueños, con el partner –que a todo esto permanecía sin manifestar reacción-, ahora yacíamos a unos metros de la mampara, directamente iluminados por el rectángulo de luz proyectado hacia el oscuro patio a través del vidrio de la puerta.
No hacía falta mirar hacia el lavadero para saber que ya nos habían visto, que sus ojos estaban fijos en nosotros; en mí.
Sentía toda la angustia de haber sido descubierto, de estar consciente que había que enfrentar ese momento, pero a la vez ser incapaz de reaccionar.
¿Qué hacer? ¿Qué decir? pensaba yo, mientras simplemente permanecía tendido junto a aquel hombre, con la mirada perdida en cualquier punto, menos en la dirección donde se encontraban esas tres figuras, que yo sabía estaban ahí, paradas, silenciosas, observando el espectáculo a través del ventanal.
En medio de todo ese tormento, algo me empezó a decir que no era lógico lo que estaba pasando, que la situación que enfrentaba no podía ser real. Y así fue como me desperté, todavía confundido, todavía con esa molesta sensación de ser superado por los acontecimientos.
Pero ya más tranquilo, mientras el letargo me invadía nuevamente, la angustia empezó a dar rápido paso a las lamentaciones por no haber podido disfrutar del que en un comienzo parecía un muy prometedor sueño húmedo. Y es que de verdad el tipo era tan atractivo.